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miércoles, 15 de agosto de 2007

El crew

Karen Benavides

A Karen la conocí gracias a que se tuvo que sustituir a la persona que sería director de fotografía. Ya teníamos unas semanas con los ensayos y faltaban como un mes para el rodaje.
Me la presentaron y después de despedir a los actores, nos fuimos a tomar un café en la esquina de un parque.
Recuerdo que cuando nos sentamos inició la frase con: "¡Primero que nada felicidades! El guión me pareció excelente y gracias por la invitación". No supe cómo reaccionar ante esa frase ya que o bien no estoy acostumbrado a recibir felicitaciones de nadie o bien cambio el tema antes de que alguien me las diga porque no me gusta. Pero lo que me agradó de eso fue que se mostró sincera. Y creí en ella cuando dijo: "gracias por la invitación para trabajar con ustedes".
A partir de ahí entre ella y yo se ha creado un equipo de trabajo así como una gran amistad.
Karen es la chica de la producción, la niña del equipo, que si bien es de las más jóvenes del grupo Ilustrato, no por eso es la menos profesional. Su trabajo es responsable, inteligente, arriesgado y comprometido. No tiene miedo a ensuciarse ni a meterse en el lodo con tal de obtener el plano que se desea. Es divertida, capaz, valiente, inteligente y en poco tiempo se ha ganado el cariño de todos los que participamos en la película. No le da miedo la presión y siempre ve la forma de terminar su trabajo a pesar de las complicaciones.
Con Karen viví las penurias más impresionantes de la película. Con ella, en el tiempo que hicimos el scouting participé—por accidente y sin proponérmelo—en el arresto de los líderes de un grupo indigenista armado que había tomado posesión de una de las locaciones de la película. Así mismo pasamos varias horas estudiando, analizando y decidiendo los planos que deberíamos tirar en el rodaje para encontrar la mejor forma de narrar la historia—recuerdo muy divertido por su agrado de utilizar un storyboard tan completo como el que usamos: "Hasta ahora ningún director me había entregado un storyboard con todos y cada uno de los planos". Storyboard que se movió entre todas las manos del crew con mucho orgullo—. También con ella viví el trabajo de conseguir los recursos necesario para la película, el esfuerzo de hablar y ser rechazado por diferentes personas e instituciones; las complicaciones de meter a todo el equipo de producción en mi casa para ahorrarnos presupuesto; pasar horas editando el demo de la película en horas nalgas sin poder dormir en un par de días; incluso hasta de manera cómica nos cayó un rayo en las islas de la UNAM.
Karen siempre está ahí cuando se necesita. Su trabajo en la fotografía, así como en el apoyo a la producción y la incondicional fidelidad no sólo a Espectros sino a los proyectos futuros y actuales de Ilustrato producciones hacen de ella una compañera de trabajo valiosa y maravillosa.
Actualmente viaja por Croacia y Grecia realizando unos trabajos de fotografía y espera a que se le avise cuándo empieza la siguiente película para renunciar a Europa y venirse dispuesta a hacer lo que sabe hacer y de la mejor manera.
José Juan

A José Juan lo conocí por Derby Arboleda, director de Sexo fuerte con quien había trabajado anteriormente. José Juan no sólo era actor sino que había aportado una gran labor de producción en ese largometraje.
Se le comentó de la película de Espectros de la falta de apoyo así como del bajo presupuesto y de las muchas ganas que se tenía de hacerla. Aceptó incondicionalmente en laborar con el grupo. Entró al equipo de producción y desde entonces es parte importante en la productora de Ilustrato y no hay intención alguna de dejar de trabajar con él.
Es actor, productor, director de teatro y muchas cosas más que hacen de él un hombre valioso que vale la pena rescatar y nunca permitir que se desanime por una industria difícil y sin apoyo. Es inapreciable, un ser justo y luchador. En el rodaje siempre estuvo de acuerdo a pelearse contra todas las penalidades y aún así salir triunfante. No lo detuvo el cansancio, ni el sueño, ni siquiera el grupo indigenista que de vez en cuando rondaba la locación con armas en mano y la firme idea de asaltarnos en cualquier momento. José Juan no cedió ante la presión, incluso al ser el único, en ese momento, que sabía de ese posible peligro y no permitió que la película se cayera y vio siempre por la seguridad de todo el equipo humano, poniendo su propia persona en peligro.
Le gusta lo que somos y lo que hemos logrado hacer. Pelea por nuestros ideales, rechaza las malas noticias y es un pilar fuerte, valiente e importante en Ilustrato. No permite que el ánimo se decaiga y siempre está ahí cuando se necesita. Es un gran amigo y un gran compañero. Alguien que tiene las puertas abiertas para todos los proyectos venideros y su lugar bien merecido en nuestro equipo.
Con José Juan he vivido, mano a mano, todas las dificultades que se tiene al ser un creador independiente y solitario en este país. Él me ha apoyado incondicionalmente por mi amistad y por mis ideas. Entre los dos nos ha tocado rompernos el alma, a veces quedarnos varias horas esperando que nos den la cita incluso con el estómago vacío; viajado a los rincones más desolados de la ciudad de México buscando ayuda de gente insospechada; trasladado a varios estados siempre con la firme decisión de velar por los proyectos de Ilustrato, no sólo Espectros; que nos insulte, nos rechacen o se burlen de nosotros; pero no obstante él no cede ni se deja derrotar. José Juan simplemente es el hombre valioso del grupo. La mano fuerte y el hombre en el que siempre podré confiar.

Xanny Chrysta

La primera vez que la vi fue en los estudios Churubusco, ambos trabajábamos en una serie de películas de terror que no se hicieron. Ella también vivió la decepción de no poder entrar al medio y sólo trabajar para alguien más sin siquiera recibir un agradecimiento ya no decir el salario que merecíamos. Le habían prometido un cargo importante en el departamento de producción y, como todos, al final tuvo que regresar a sus orígenes sin recibir lo que debería.La invité a participar en el proyecto porque vi algo valioso en ella y no me equivoqué: desde que entró al grupo de producción de Espectros trabajó más que todos nosotros. Se esforzó más que ninguno y levantó cada uno de los cargos que tuvo sin quejarse ninguna vez. Y si no hubiera sido por ella, se podría decir que Espectros no se hubiera terminado. Solucionó problemas, movilizó gente ante complicaciones grandes, tenía más energía que todos y no dejó que la moral decayera cuando las contrariedades parecían agobiarnos. Más que nadie merece estar en la primera fila de la presentación de la película una vez que esté terminada y todos nosotros con orgullo podemos decir que laboramos con ella. Hace tiempo que no la he visto, vivimos en ciudades diferentes, pero de una forma u otra sabemos de ella y deseamos que esté bien y que algún día, reciba lo que bien merece por su profesionalismo, dedicación y valía. Volvería a trabajar con ella y en cualquier momento que se presentara sé bien que ella pondría todo por lograr un buen trabajo.


Ana Cristina Bárcena

La conocí un día antes del inicio del rodaje, no sabía mucho de ella. Sólo sabía que había trabajado con Karen y confiaba en ella, por lo que yo, a mi vez, confié en su trabajo.
Ella reservada y yo moderado, al inicio no hubo mucha conversación. Yo me entendía con Karen y ella lo hacía con Ana, pero poco a poco, el crew se tornó prácticamente una familia—recordemos que durante un mes realizamos el ritual de ir a la hacienda y de regreso al hotel sin tiempo de recorrer la ciudad agobiados por el trabajo—. Y Ana se volvió una buena amiga además de que resultó una excelente compañera de trabajo.
Fue la que más soportó penalidades, incluso cosas que ni siquiera yo como director me enteré hasta tiempo después que alguien más me lo mencionó. A diferencia de otros que se quejaban, ella siempre fue valiente, fuerte y nunca le oí una palabra de queja, ni siquiera en los momentos más difíciles. Siempre estuvo ahí presente dispuesta a romperse el alma por ser responsable en su trabajo y por sacar el proyecto adelante porque confiaba en lo que hacíamos. Por lo que le estoy eternamente agradecido y tengo una deuda para con ella que nunca olvidaré.
Después de Espectros ha laborado en otras producciones y ha avanzado en su carrera, sin embargo aún nos hablamos seguido, nos vemos cada vez que visito la ciudad de México y deseamos trabajar juntos. Recuerdo que al final del rodaje, cuando lo celebramos en el hotel, mencionó que mi forma de trabajar no la había visto antes pero le agradó, le di confianza y volvería a participar en otra película. Pues bien, yo por mi parte también me agradó trabajar con ella, la estimo mucho y por supuesto volvería a hacerlo.
Roberto Pedraza

Es un muchacho sencillo que deseaba trabajar en algo relacionado al cine pero no había encontrado nada en el estado de Michoacán. Los pocos profesionistas que hay son de una sensación tan alzada que no podía ni conversar con ellos. Yo lo conocí porque una vez realicé en co-producción con el CREFAL el cortometraje Viajera. En ese entonces trabajaba en la radio como crítico de cine y aproveché el momento para promover la presentación que tuve durante un mes, de dicho corto, en el auditorio del CREFAL. Roberto me escuchó por radio y buscó la manera de localizarme y ofrecerme sus servicios para cuando realizara una producción. Yo le agradecí su ofrecimiento y tiempo después lo invité a ser parte de la producción de Espectros y aunque era primerizo siempre estuvo ahí presente dispuesto a hacer cualquier cosa que le pidiéramos. Aún hoy en día es un excelente amigo y está peleando, codo con codo, para hacer posible nuestros sueños.

Dante Servín
Lo conocí a partir de un grupo cultural que se abrió en Pátzcuaro, la idea era crear una coordinadora de cultura en el antiguo ex-colegio Jesuita de Pátzcuaro, pero los demás no se pusieron de acuerdo nunca. Así que yo por mi lado hice mis propios proyectos culturales y jalé a Dante para el largo de Espectros.
Resultó un buen trabajo grupal y Dante salió un buen amigo con quien todavía me junto y está apuntado para cualquier otro proyecto que hagamos.
Con carrera de diseñador y conocimiento de decoración se aventó el arte de la película y salió algo interesante, aparte de buenas locaciones en las que trabajamos.
Conocido en Pátzcuaro desde hace muchos años también fue de gran ayuda para conseguir un sinfin de cosas y gente que estaba dispuesta a trabajar por el bien de la película.
Se le agradece toda acción en pos de Espectros y ya nos veremos para la segunda.

Derby Arboleda

Lo conocí por un seminario que se realizó hace unos años en los estudios Churubusco. Participé en la organización de dicho acontecimiento y lo que más me llamó la atención de Derby fue su decisión de hacer cine por sobre las opiniones de todos los demás. Él hacía un año que había dirigido su opera prima Sexo fuerte, sin apoyo ni recursos, sólo con el soporte de unos amigos con el simple hecho de trabajar como era su deseo.
Yo en ese entonces trabajaba para una productora que deseaba hacer cine de terror, les vendí unos guiones que nunca se realizaron y sí me hicieron perder un año de mi vida y me quedaron a deber dinero. Cuando conocí a Derby consideré que era el momento oportuno para levantar el guión de Espectros que hacía dos años estaba en el cajón por la falta de sostén de cualquiera. Pero él me demostró que se podía hacer una película sin dinero ni apoyo institucional, así que nos juntamos. Reunió a la misma gente que lo apoyó en su largometraje, más algunos conocidos que yo tenía, y realizamos nuestra película.
A Derby tengo que agradecerle esa oportunidad y ayuda en levantar mi opera prima y presentarme a los que a continuación se volvieron parte de mi productora y amigos que creo considerar, absolutos.


Jacinto Alejandro Sanchez Cano
Lo conocí la noche anterior del rodaje. Llegó al hotel unas horas antes y en la cena de esa noche ni tiempo me dio de conocerlo. Era parte del equipo de sonido que me había contactado Gastón desde Morelia.
Para el día siguiente no hubo tiempo de tratarlo mucho porque principalmente me concentraba más en la imagen y estuve más a lado directamente de Karen, no obstante después de un tiempo; al convivir diariamente por casi un mes encerrados en una hacienda y participando todos en grupo por el bien de la película lo conocí y se hizo un buen amigo.
Resultó que no sólo teníamos en común levantar Espectros sino el gusto a la ideología y cultura japonesa, por lo que creo que le agradó aún más el proyecto por la influencia nipona y la adaptación de la leyenda de la edad media japonesa del fantasma a un pueblo de Michoacán. Él fue testigo de dos apariciones de fantasma. De los cuales uno lo tenemos grabado gracias a él y a Fernando con quien trabajó a lado para sacar el sonido directo. A algunos les pareció escalofriante, en cambio a mí me resultó fabuloso.
Volvería a trabajar con él y de hecho ya lo estamos planeando, no sólo otra película sino un cortometraje de samurias en México. A este corto le traigo muchas ganas y no puedo esperar el momento a que rodemos la primera escena, nomás estoy esperando que me diga cuándo la tiramos y yo me lanzo a San Luis.

(CONTINUARÁ)